capitulo 4

Dean fue caminando por el pasillo en busca de su clase según la hoja que le había dado el director debía llegar al patio trasero pero la escuela era muy grande y no tenía la mas minima idea de como llegar ahí.
- ¿por donde tendré que ir?- se pregunto Dean parándose en medio del pasillo mirando a ambos lados del pasillo- pensé que encontraría a alguien de camino a la clase pero todos ya deben estar allá-.
Dean siguió por el pasillo cuando oyó pasos atrás de el y al voltear vio a una chica corriendo hacia el.
- hola, no sabes como se llega al pa…-Dean se vio interrumpido ya que la chica choco contra el derribándolo.
- lo siento- se disculpo la chica sentándose en el piso.
- no importa ¿te encuentras bien?- le pregunto Dean poniéndose de pie y ayudándole a levantarse.
- lo siento es que se me hizo tarde para mi clase- dijo la chica
- ¿en que clase estas?-pregunto Dean
- en la de guerreros- respondió ella- y ¿tu?
- yo también- contesto Dean sorprendido- pero me perdí y ahora no se como llegar al patio-.
- vamos juntos entonces, solo sígueme- dijo la chica y empezó a correr de nuevo por el pasillo.
- espera- grito Dean y empezó a correr tras ella cuando de pronto ella se paro de golpe-¿Qué pasa?¿por que te detienes?-
- olvide decirte mi nombre- respondió ella- me llamo Mireya ¿y tu?-
- Dean –respondió- ahora vamos que llegaremos aun más tarde-
- tienes razón- dijo Mireya y volvió a correr seguida de Dean.
Ambos corrieron por todo el pasillo hacia el patio, cuando llegaron vieron que había varios jóvenes debían ser 15 o 20 cada uno haciendo diferentes ejercicios para ejercitar diferentes partes del cuerpo y practicando distintas técnicas.
- por fin llegamos- dijo Dean aliviado.
- se les hizo un poco tarde no creen jóvenes- les dijo un profesor acercándose mientras se acercaba a ellos.
- increíble- dijo Dean al ver al profesor.
- yo soy su profesor me llamo Mark- se presento.
El profesor Mark era un hombre alto y musculoso de cabello negro corto debía tener unos veintitantos años.
- bien tu eres nuevo ¿verdad?- pregunto el profesor.
- si profesor- respondio Dean.
- bien entonces primero empezaremos con tu entrenamiento básico para darles la fuerza, una vez que tengan la fuerza suficiente te enseñare técnicas y magia- le explico el profesor.
- pero no se supone que nosotros lucharemos usando nuestros puños,¿para que aprenderemos magia?- pregunto Dean.
- Muy simple, por que también pelearas contra magos además la magia que les enseñaremos solo será para desviar hechizos débiles directos y para que no sientan dolor en su cuerpo durante las peleas- respondió el profesor.
- Siempre explicas lo mismo a todos- dijo Mireya.
- No te entrometas mireya- le dijo el profesor.
- Pero yo ya se eso- replico Mireya.
- que bien que tu entiendas por que yo no entiendo nada- pensó Dean encogiéndose de hombros.
- Bien entonces es hora de que empiecen a entrenar, tu- dijo el profesor señalando a Dean- toma estas pesas y da 100 vueltas a todo el patio.
- ¡¡¡¡¿¿Qué??!!!! ,pero el patio es enorme y esto es muy pesado- se quejo Dean levantando las pesas-.
- o vamos solo son 50 kilos- dijo el profesor- ¡AHORA EMPIEZA A CORRER!-
Dean resignado empezó a “correr” ya que lo único que podía hacer era caminar arrastrando las pesas.
- bien tu haz dos mil abdominales, usando estas pesas- dijo el profesor- como tu eres una alumna avanzada las tuyas pesan 250 kilos.
A Mireya no le quedo mas remedio que hacerle caso al profesor y ponerse a hacer abdominales, toda la clase se la pasaron ella y Dean haciendo ejercicio.

Rose estaba caminando tranquilamente por el pasillo hacia su clase la suya era en el gimnasio cruzando el patio, al llegar vio que había muchos chicos ahí.
- esta debe ser la clase de Dean- pensó Rose mirando a todos lados para ver si lo veía.-tal vez se perdió ese idiota-.
Rose siguió caminando sin prestarle mucho atención a todos los chicos que la miraban, hasta que llego al gimnasio ahí vio a muchos chicos que debían tener mas o menos su edad.
- hola hermosa dama, déjeme presentarme soy Eric- se presento un chico acercándose a ella- ¿Cuál es su nombre?-
- me llamo Rose- respondió ella y lo miro.
Eric era un chico alto y musculoso de ojos verdes como el jade y cabello corto y rubio, la verdad es que era mucho mejor comparado con Dean.
- Oigan jóvenes reúnanse- ordeno el profesor- me llamo mateo y seré su profesor de magia elemental de fuego, como todos saben hay 6 elementos diferentes para usar magia pero ustedes se concentraran en los elementos fuego, aire y tierra ya que son los mas eficaces para atacar por lo que tendrán 3 maestros diferentes, todos los que están aquí aun no pueden usar ningún hechizo supongo o alguno puede-
Nadie levanto la mano por lo que el profesor estaba por continuar cuando Eric fue caminando al frente de todos hasta quedar junto a el.
-Yo si puedo- dijo Eric- yo puedo utilizar un hechizo de fuego-.
- ¿En serio? Pues muéstranoslo- ordeno el profesor- úsalo contra los blancos que hay por todo el gimnasio-.
- De acuerdo- respondió Eric.
Se acerco al centro del gimnasio y murmuro un hechizo, de pronto aparecieron olas de fuego y Eric con su mano las dirigió hacia todos los diferentes blancos que había en el gimnasio acertándoles a todos exactamente en el centro.
- muy impresionante- dijo el profesor sorprendido- supongo que vas más adelantado que el resto-
- por supuesto- dijo Eric- nadie es tan perfecto como yo.
- bien supongo que tu puedes saltarte esta clase-dijo el profesor- siéntate por ahí a ver-
- bien- respondió Eric y se fue a sentar a un rincón del gimnasio sin dejar de mirar a rose.
Los demás alumnos comenzaron con su clase de lo básico que era aprender a canalizar magia, fue una clase mas teórica que otra cosa ya que el profesor se dedico a explicarles varias cosas, para cuando Rose salio ya era la tarde debían ser alrededor de las 4.
-tal vez debería buscar a Dean- pensó Rose con una sonrisa.
- ESPERA YO PUEDO ACOMPAÑARTE- grito Eric corriendo hacia ella.
- no gracias tengo que buscar a alguien- se limito a responder Rose dándole la espalda y salio del gimnasio.

Elissa estaba caminando llevaba un poco de prisa ya que su clase ya debía haber comenzado pero aun no encontraba su salon.
- debería estar por aquí mi grupo- pensaba Elissa mientras miraba diferentes puertas.
Elissa reviso los salones uno por uno pero no encontró a su grupo así que siguió revisando los salones del siguiente pasillo hasta que encontró el suyo.
- ho…hola, disculpe ¿puedo pasar?- le pregunto Elissa a la maestra desde la puerta.
- ¿eres de este grupo?- pregunto la maestra.
- si, perdón por llegar tarde- se disculpo Elissa.
- no es tan tarde, entra y siéntate- le dijo la profesora.
Elissa al entrar se dio cuenta de que la mayoría de los alumnos eran chicos solo había un par de chicas sentadas en un rincón por lo que Elissa se sentó con ellas.
-bien me presentare, soy la profesora mariana- les dijo la profesora- yo les enseñare anatomía, ya que los magos blancos son básicamente médicos por lo que tienen que aprender que parte del cuerpo esta lastimada, el ser un mago blanco es muy difícil ya que tienen que tener un control muy preciso de su magia un error podría acabar lastimando mas a sus pacientes en lugar de sanarlos, así que quiero que todos pongan atención, ¿entendido?-.
- claro- respondieron todos los alumnos.
- bien entonces comencemos con la clase todos saquen sus cuadernos- ordeno la profesora y comenzó a escribir en el pizarrón.
- pe…pero yo no traigo cuadernos- dijo preocupada Elissa.
- no te preocupes, yo te puedo prestar uno de los míos- le dijo la chica que estaba sentada a su lado y le dio un cuaderno y una pluma- me llamo mimi, y ¿tu?
- yo...yo soy Elissa- respondió ella- muchas gracias por el cuaderno-.
- no hay de que- respondió mimi.
- ¡CALLENSE Y ESCRIBAN!- les grito la profesora.
Ambas empezaron a escribir, y Elissa volteo a mirar por la ventana hacia el patio y pudo ver a Dean corriendo.
- hubiera sido mejor que hubiera pedido la misma clase que Dean- pensó Elissa y suspiro.
La clase fue muy larga o al menos así la sintió Elissa cuando termino la clase ya eran las 5 de la tarde.
-¿oye Elissa donde vives?- le pregunto mimi una vez que salieron de la clase.
Cuando Mimi le pregunto esto Elissa se dio cuenta de que ninguno había pensado en ese detalle.
- ¿Dónde viviremos?-pensó Elissa- ¿viviremos todos en casa de Tifa?, creo que debería preguntarle a los demás sobre esto-.
- oye Elissa te hice una pregunta- le dijo Mimi mientras la sacudía.
- lo…lo siento tengo algo que hacer- dijo Elissa y se fue por el pasillo dejando sola a mimi.
- vaya chica mas rara- pensó mimi.

Elia estaba buscando su salón era el que estaba mas lejos de todos ya que estaba en el extremo de la escuela del lado contrario al de la oficina del director, después de caminar un buen rato llego al salón.
- ¿disculpe profesor puedo pasar?- pregunto Elia desde la puerta.
- si claro- respondió el profesor.
Elia entro y vio a Tifa pero no había ningún lugar vacío cerca de ella, así que Elia fue y se sentó en el fondo del salón.
-bien como les estaba diciendo en esta clase ustedes aprenderán a usar la magia de luz para poder mejorar las habilidades de sus compañeros- dijo el profesor- ustedes tienen un rol muy importante dentro de un equipo ya que pueden hacer con el hechizo correcto que cualquier persona se vuelva rápida o fuerte, claro que eso solo durara mientras ustedes puedan mantener el hechizo, así que procuren no gastar magia inútilmente…-.
El maestro siguió explicando pero casi ninguna de las chicas le estaba prestando atención ya que todas estaban mirando a Elia ya que todas lo consideraban muy apuesto, pero todos eso ojos en el incomodaban a Elia así que trato de concentrarse en lo que decía el profesor pero aun así se le hizo la clase muy larga.
- Hola Tifa- dijo Elia acercándose a ella una vez que acabo la clase.
- hola Elia, que bueno que estamos en la misma clase- dijo Tifa emocionada- ¿pero que paso con los demás?
- están cada uno en su clase- respondió Elia- pensamos que si estábamos en diferentes clases seria mas fácil cumplir con las misiones-
Elia le explico a Tifa en que clase había quedado cada uno y también que es esperaba que pudieran ir a una misión pronto ya que necesitaban dinero de ese mundo.
- todo eso esta muy bien- dijo Tifa emocionada- ¿por que no vamos a una misión este fin de semana?-
- claro porque no- respondió Elia.
Ambos se fueron caminando en busca de los demás ya que aunque Elia aun no se lo había dicho a Tifa aun quedaba por resolver el problema de donde vivirían.